Soy un enamorado de la gastronomía española, eso sí, me cuesta mucho decantarme por una en concreto. Muchas veces, cuando me ven que viajo bastante por España, me preguntan si lo que me gusta es viajar, hacer turismo, visitar otros lugares con sus monumentos, conocer otras personas. Y siempre respondo lo mismo: “no, a mí lo que me gusta es comer”. Y es así. Cuando yo planeó mis viajes nunca soy de esos que miran qué monumentos históricos tiene esa zona, si hay catedral, si tiene zonas de fiesta, etc. Lo único que miro es qué se come en cada lugar.
Así, se podría decir que realizó gastroturismo. Y no es una broma, es algo que cada vez está más de moda y que mueve un montón de millones de euros en España. Y es que, por mucho monumento, por mucha ruta por la naturaleza, las personas lo que hacemos normalmente dos veces al día (alguno incluso más) es comer. Y esto es lo que mueve el país. Ahora bien, el momento más complicado es cuando me cuestionan, “y tú, con tanto viaje que has hecho, ¿con qué ciudad te quedas para comer?”. En ese momento me han matado. La verdad es que me cuesta mucho elegir. Creo que sería más fácil decir si quieres más a papá o mamá, que decidirme por una zona gastronómica de España. Cada una tiene lo suyo. Me niego a tener que elegir. Por eso, en los últimos años lo que sí he aprendido, o es lo que busco, es a fusionar.
¿Por qué tienes que elegir entre uno u otro si puedes tener a los dos? Esto cada vez lo tengo más claro. Y un ejemplo lo he tenido en mi último viaje que he hecho por Andalucía, que tengo que decir que es una de mis comunidades favoritas. Sobre todo para eso del verano y por sus diferentes estilos de comida. En concreto viajé a Córdoba, y la verdad es que es una ciudad en la que gastronómicamente tienen de todo. Todos conocemos esos platos típicos como pueden ser el salmorejo cordobés, que es una delicia, el rabo de toro (se me hace la boca agua), el flamenquín, que es una cosa que parece que no es nada pero te acaba encantado, o mis dos favoritos: la Mazamorra, que luego te explico lo que es, y las berenjenas en miel.
La mazamorra es típica de Córdoba y es una sopa fría similar al ajoblanco, pero más densa, o al salmorejo, pero sin la inclusión del tomate. Se cree que su origen es romano, debido a la inclusión en el tratado culinario de Apicio de un plato elaborado de majado de pan, aceite, vinagre, agua y ajo. Se elabora con pan, almendras crudas, ajo, aceite de oliva, sal, vinagre y suele llevar huevo duro y aceitunas negras en la guarnición. Una maravilla.
Pues bien, paseando por las calles cordobesas me encontré con el restaurante Takún. Por fuera tenía muy buena pinta, pero cuando vi su carta y sobre todo cómo se vendían, pensé que era mi lugar ideal. Ya que ellos sí han sabido entrar en mi mente y aunar sabores de diferentes zonas, y más concretamente de la otra provincia de Andalucía que más me gusta: Cádiz. Y es que se trata de un restaurante donde unen a la gastronomía con influencias Mexicanas y Cordobesas, basando su carta en el respeto por el atún rojo de Almadraba. Boom. La cabeza me explotó.
La verdad es que cada bocado es un viaje a través de las tradiciones culinarias, creando una deliciosa armonía entre las influencias mexicanas, gaditanas y cordobesas. Este banquete reinventado es una celebración de la riqueza cultural y gastronómica, donde cada plato cuenta una historia de sabores que se entrelazan de manera inolvidable. Creo que ahora que hay tantos restaurantes, solo estos lugares que saben reinventarse y unir diferentes estilos son los que más a triunfar.
La carta
Y llega el momento de sentarnos a la mesa y os puedo decir que la carta que me encontré es una explosión de sabores. Por deciros algo: desde un atún rojo de Almadraba, unos tacos de camarones a unos chipirones salteados al más puro estilo Takún. En mi caso mi apuesta es por unas Gyozas de ternera, champiñones y chile dulce; un taKo de atún rojo, guacamole, cebolla encurtida y mayo kimchi. Y, por supuesto, un tartar de Atún rojo de Almadraba.
La verdad es que para un amante de la cultura gastronómica como yo, estos restaurantes que hacen una fusión de diferentes estilos son mi paraíso particular.