Un axioma es una verdad universal que debido a su evidencia no necesita demostración. Y en este caso, mi axioma es que disfraces y gastronomía van unidos de la mano. Si todavía no sabes por qué, voy a demostrártelo. Pues la sencilla razón, y solo tienes que hacer un ejercicio de memoria, de pensar que siempre que hay una fiesta de disfraces, ya sea en una casa privada, en una fiesta entre amigos o en las fiestas de una localidad, la gastronomía está presente.
Pero lo mejor es poner ejemplos. Y lo hacemos con el mítico Carnaval. Ya sabemos que es la fecha más adecuada para disfrazarse. Pues bien, son muchos los alimentos típicos de estas fechas. Es más, hasta el punto de que en sus orígenes el Carnaval era una válvula de escape para la sociedad que se preparaba para sufrir los rigores de las abstinencias y ayunos que estaban por venir con la Cuaresma y la Semana Santa. Por lo tanto, había que comer y beber bien para lo que se avecinaba. No nos podemos imaginar unos Carnavales sin el famoso potaje con sus postres más típicos como orejuelas.
Cádiz y Carnaval es otro axioma. Sus carnavales se encuentran entre los más populares y celebrados de la península, se intenta paliar la ausencia de cocina y gastronomía propia con fiestas gastronómicas. Y la más conocida es la ostionada o la erizada que cuentan, cada vez, con más seguidores y adeptos.
En Ciudad Rodrigo se celebra uno de los carnavales más clásicos y tradicionales. Pues bien, yo he estado en él, y si por algo lo recuerdo es porque no paré de comer. Chacinas ibéricas, queso de la zona, patatas meneás con torreznos y croquetas de farinato son solo algunos de los ejemplos.
En Galicia y Asturias mantienen vivas las tradiciones culinarias sobre todo con sus famosos dulces como las filloas, frixuelos, orejas, cañas y flores fritas, chulas, rosquillas y muchas más.
Halloween
Ahora bien, no solo en Carnavales hay relación con la comida. Ahora se ha puesto muy de moda las fiestas de Halloween, pues bien, además del famoso truco o trato que llena de chuches todas las bolsas en formas de calabaza, también hay toda una liturgia en torno a las recetas. Solo tienes que echar un vistazo en Youtube para comprobarlo. Las famosas salchichas que dan miedo, pizzas que parecen decoradas con sangre, y por supuesto, algunos alimentos que se convierten en trampantojos de arañas hechas con las galletas oreo o de insectos. Seguro que sabes de lo que estamos hablando. Esa doble sensación de repugnancia y miedo, que tan bien combina con la risa y la ilusión.
Fiestas temáticas
Y por supuesto, no nos podemos despedir sin recordar que en todas las fiestas temáticas donde hay que disfrazarse, están presentes las viandas. Alguna que venga a la cabeza y que seguro que has estado, puede ser la famosa Oktoberfest, es decir, la fiesta de la cerveza en Alemania. En mi caso, he hecho varias fiestas donde nos tenemos que vestir con el traje típico. El Dirndlse es el traje de un vestido tradicionalmente bávaro y austriaco, el que te estás imaginando de la mujer con las cervezas. Lleva camisa o blusa, corsé, falda, delantal, medias y zapatos. Lo mismo ocurre con los hombres, aunque en este caso se denomina Tracht. Y no te preocupes si no tienes este tipo de disfraces, en la página web de La Casa de los Disfraces, tienen un apartado específico para ello.
Pues bien, además de los disfraces, no puede faltar la comida. Aquí hablamos de cerveza, salchicha y mucho más. Por ejemplo, el famoso Bretzels o lazos salados, el codillo o Chucrut o col picada encurtida
Pero no solo de Oktoberfest vive el hombre, también se pueden hacer fiestas temáticas relacionadas con Hawai. En este caso, no pueden faltar las famosas camisas a cual más fea, pero también la comida. Apunta, el poke hawaiano es una ensalada de pescado crudo generalmente hecha de atún; el Poi es un plato típico hawaiano que es como una sopa espesa que parece pegamento y se elabora con raíces de la planta taro. Y por supuesto, no pueden faltar los cócteles con las banderitas.
Y si ya quieres rizar, el rizo, pues no dudes en celebrar una fiesta donde la temática sea ir vestido de comida. Sin duda, será la metafiesta gastronómica. Os podeís echar unas risas. Y así es como te he demostrado que siempre donde hay una fiesta de disfraces, hay una buenas viandas y comidas.