Es cierto que en esta página web solemos tomarnos la repostería como algo no profesional, un hobby, serio, eso sí, con el que deleitar nuestros sentidos y los de aquellos que nos rodean en nuestro día a día. Sin embargo, en caso de querer profesionalizar nuestra pasión por la repostería, uno de los primeros pasos a tomar en cuenta sería el del espacio de trabajo. Y esto se puede entender también en el sentido literal de la acepción: espacio de trabajo como el hueco que nos queda para desarrollar nuestra actividad. La labor de los interioristas, como por ejemplo la empresa Bayeltecnics, situada en el centro de Barcelona, consiste en preparar y acondicionar los espacios interiores de una vivienda para un mejor uso y una disposición más ahorrativa a la vez que eficaz, y también buscando la belleza y el orden, de los elementos.
No hay mejor manera de trabajar nuestros postres que en un lugar preparado para ello. En este caso, una cocina que permita libertad de movimientos se convierte en seguida en el lugar idóneo para desarrollar nuestras ideas. A menudo, vosotros lo sabéis bien, quien se dedica a la repostería, tanto si es de forma amateur como si es profesional (en este caso, mucho más), dispone de multitud de platos con ingredientes, masas, chocolates, frutas y todo tipo de componentes alimenticios sobre la mesa de trabajo. Por eso es primordial el aprovechamiento del espacio de nuestra cocina, que si no somos millonarios, tampoco será excesivamente grande.
Por otra parte tenemos el gasto que producen, por ejemplo en cuanto a la electricidad, las máquinas de cocina que sincronizamos en la preparación de todos nuestros productos. Evidentemente si damos el paso de profesionalizar nuestras creaciones, aunque sea a pequeña escala (con alguna pequeña tienda de venta online o simplemente vendiendo nuestra repostería a personas de nuestro entorno más cercano como sobresueldo), es necesario poder mantener varias máquinas funcionando a la vez para un mejor acabado –y mayor rapidez– de elaboración. ¿Y cómo se podría hacer eso sin que nuestra factura de luz se convirtiese en una calamidad que nos obligase a declinar la idea de la profesionalización? Pues podría ser algo tan sencillo como, simplemente, buscar la luz natural a través de la disposición de nuestros elementos de cocina y el aprovechamiento de su espacio.
Sin embargo, para el común de los mortales la idea puede resultar compleja. Muchos de nosotros podemos ser muy buenos reposteros y tener muchas inquietudes a la hora de crear nuevos postres y dulces, pero en cuanto al tema del interiorismo y el diseño de espacios interiores… todo se nos queda gigante. Es normal: uno no puede estar al plato y a las tajadas, que dirían algunas de nuestras abuelas. Entonces, en estos casos, es cuando hay que dejar el trabajo en manos de los expertos, como el equipo de interioristas de la empresa barcelonesa Bayeltecnics. Con diez años de experiencia en la creación (el estudio fue creado en el año 2005) y dirigido por el reputado interiorista Sebastián Bayona, la empresa acumula más de una década de experiencia en el diseño de viviendas y espacios de nueva construcción. Según la propia web del estudio de interiorismo sus líneas de trabajo principales se basan en el diseño cuidado y el aprovechamiento de los espacios, el gusto por los pequeños detalles que hacen distintivo de calidad y exclusividad, la adaptación a referentes de estilo variados y de todo tipo y la búsqueda de la luz, entre otros. La tarea del equipo comenzaría con una revisión del lugar a acondicionar para estudiar sus posibilidades para, posteriormente, llevar a cabo un proyecto de adecuación a las necesidades en base a las capacidades del lugar en cuestión. La garantía de calidad viene dada por la toma de cada proyecto como un trabajo propio, aunque el que vaya a disfrutarlo sea el cliente (y en este caso, los que degusten vuestros magníficos postres). ¿Pensando en profesionalizar tus dulces? Entonces no puedes dejar de lado esta opción. La garantía de calidad se consigue en todos los pasos del proceso.