¿Sabías que las primeras referencia de la existencia de la pasta de dientes datan del siglo IV a. de C.? Esto debería hacernos ser conscientes de lo importante que es la salud dental, ya desde tiempos inmemoriales. De hecho, en muchas civilizaciones antiguas, la belleza dental representaba el estatus social. Pero esta guía va dedicada especialmente a los golosos, que son aquellos que sufren más riesgo de parecer enfermedades bucodentales como la caries o la pérdida prematura de piezas dentales, teniendo que recurrir a algún especialista en implantes dentales en Madrid.
El principal consejo que debemos dar en esta guía es que se reduzca la ingesta de dulces lo máximo posible, dejar de fumar y evitar el consumo de alcohol. El tabaco y el alcohol fomentan la aparición de cánceres en la boca, periodontopatías (inflamación de encías) y pérdida de piezas. Asimismo, el consumo de frutas y verduras previene la formación de estas afecciones.
La forma más extendida de prevenir la caries es manteniendo una alta cantidad de flúor en el interior de la boca, lo que puede lograrse con el cepillando con pasta de dientes fluorada, el enjuague bucal, la bebida o la masticación de chicles con esta sustancia. Pero cuidado con este consejo, porque diversos estudios previenen del efecto tóxico del flúor en cantidades continuadas: mayor riesgo de fracturas óseas, disminución de la actividad de las tiroides, del coeficiente intelectual, artrosis y sarcoma. El flúor entra en cantidades pequeñas en muchos de nuestros productos de consumo, como las bebidas embotelladas y los alimentos procesados. Es fundamental que nos enjuaguemos bien la boca después de cada cepillado, y que evitemos (sobre todo en los niños) tragarlo o dejar restos en la boca. Aunque debido a sus efectos secundarios, parece que más vale prevenir que curar, si no queremos acabar en un clínica dental con múltiples problemas que amenacen a nuestra salud y a nuestros bolsillos.